Las personas tóxicas pueden convertir el trabajo en una auténtica pesadilla. Y es que un ambiente laboral negativo tiene consecuencias para el bienestar y la felicidad del empleado: ¿quién quiere ir a trabajar si no se siente a gusto? Pero, además de influir en el ánimo de los empleados, un ambiente tóxico puede pasar factura a la productividad de la empresa. Si no hay una buena relación entre sus miembros, estos se sentirán desanimados y no trabajarán al 100 %. Para gestionar el día a día con este tipo de personas, te ofrecemos una serie de consejos y pautas. Con ellos, aprenderás a descubrir si tienes un compañero tóxico (o si lo eres tú). Y, por supuesto, conseguir mejorar el ambiente laboral en tu oficina.
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