El salario emocional, cada vez más demandado
El sueldo ha dejado de serlo todo. Un buen número de profesionales valoran otras retribuciones alternativas a la hora de escoger su puesto de trabajo, su empresa y su proyecto vital. Es lo que se denomina el salario emocional. ¿Sabes qué es? Te lo contamos.
Definición e importancia del salario emocional
Se llama salario emocional a todas las retribuciones no monetarias que un trabajador puede recibir de la empresa. Su función es mejorar la imagen que esta proyecta, además de optimizar el ambiente laboral y aumentar la productividad, la motivación y el compromiso de los trabajadores con la organización que los mantiene contratados.
Hasta hace algunos años, el importe de la nómina era el aspecto diferencial para elegir uno u otro empleo. Desde la aparición de los millennials las cosas han cambiado. Actualmente, todos valoramos otros incentivos a la hora de preferir uno u otro trabajo. Aspectos como la flexibilidad horaria, la posibilidad de conciliar la profesión con la familiar y otros beneficios similares están adquiriendo un peso más y más importante en la captación y la retención del talento.
Algunos ejemplos destacables de salario emocional
Son los siguientes :
1. Flexibilidad horaria
Aquellas jornadas laborales fijas, predecibles e inamovibles están empezando a ser historia. El trabajo por objetivos prima la consecución de los mismos y la productividad por encima del reloj. Si cada cual podemos trabajar a nuestro ritmo, produciendo igual o más, somos un poco más libres y felices. Y los actuales profesionales lo valoramos muchísimo.
2. Posibilidades de promoción
Tu marca personal es, hoy en día, el principal activo que tienes como trabajador. Participar en ciertos proyectos, codearte y aprender con gurús profesionales, asistir a cursos de formación o favorecer tu incorporación a determinados equipos top de trabajo son compensaciones no monetarias que pueden resultar fundamentales para tu futuro.
3. Trabajo desde casa
¿Te gustaría poder currar sin salir de casa, sin comerte los atascos de las circunvalaciones de tu ciudad y conciliar así, mucho mejor, tu vida laboral y familiar? Muchas empresas no solo lo permiten, sino que lo estimulan. Y muchos empleados lo valoran vivamente.
4. Accesibilidad a días libres
En esta misma línea, si cada vez que necesitamos un par de días libres se va a parar el mundo en nuestra empresa o vamos a tener que lucharlos hasta la extenuación, el desgaste emocional que nos produce es perjudicial para todos. Al contrario, si dentro de lo razonable cada trabajador puede gestionar con responsabilidad y flexibilidad sus días libres, su salario emocional aumenta enormemente.
5. Apoyos e intangibles
¿Y si pudieras comer fruta fresca en tu oficina siempre que tú quieras? ¿O relajarte en el gimnasio o recibiendo un masaje, sin coste, cuando te encuentras estresado? ¿Hay menús saludables, y económicos, en tu organización? ¿Tienes vehículo corporativo o traslados cómodos sin cargo? ¿Te gustaría poder dejar a tu hijo en la guardería de tu empresa todas las mañanas, a 5 minutos de ascensor de donde estás?
Como ves, existen incontables posibilidades para mejorar el salario emocional de nuestra plantilla. Cuando se apuesta de verdad por esta vía, todos salimos ganando. También monetariamente.